Hace más o menos un año, después de una crisis de angustia muy fuerte, mi terapeuta me derivo a un Psiquiatra. Ella entendía que había cosas "químicas" que ordenar en mí. Y allá fui.

Después de varias entrevistas llegó el diagnostico "Bipolaridad". Leve, nada demasiado grave o que no se pudiera controlar con mendicación.

Y empecé con las pastis.

Muchos cambios no note, digo, yo pensaba que tomabas "la pastillita de la felicidad" y la vida era color de rosa. Pero no.

El cambio fue sutil. Primero me di cuenta que podía respirar bien (era una pavada, pero alguien que nunca tuvo angustias no sabe lo que es sentir que el aire "no te llega")

Después que podía levantarme todas las mañanas con el "orden" de las cosas que tenia para hacer y hacerlas!!!! y que eso no significara morir en el intento.

Pero el cambio mas notorio para mi y para los que me padecen de cerca, es que no tenia esos brotes de tristeza que me doblaban el brazo seguido.

Casi el paraíso. Un paraíso medio pelo, pero paraíso al fin.

El tema es que tampoco es que me volví cuerda enseguida. Un día decidí que mejor no las tomaba mas, pq total ya estaba bien.

Y fue horrible.

Nunca en mi vida estuve tan "desbalanceada", tan triste.

Por supuesto el doc, me recago a pedos y me prohibió cortar la medicación tan abruptamente. Así que volví a las pastillas. Y ahora soy casi normal.

Listo, ya te conté. Ahora entendes?